
En el silencio de mi soledad espero,
los murmullos de los sueños rotos.
Mi corazón, sordo desde que te fuiste,
llora la sangre de mil cuerpos locos.
Entre triste negrura y oscura pena,
deseo encontrar el camino de hielo.
Has de saber que no hay ningún muro,
que las piedras volaron hacia el cielo.
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